Hay una cosa que nadie te dice cuando montas tu negocio.
(y mira que me costó aceptarlo, eh. Pero es la puta verdad).
Me refiero a la puta soledad.
Tan simple (y duro) como eso.
Solo para validar.
Solo para lanzar.
Solo para decidir.
Solo para avanzar.
Solo para pelearte con cada maldito paso sin saber si vas por el buen camino o te estás metiendo otra vez en un túnel sin salida.
A partir de la semana que viene te hablaré bastante sobre este tema y sobre cómo solucionarlo de cuajo, pero de momento, quédate con eso.
Si emprendes solo, lo haces todo tú. Como siempre.
Y lo peor es que no lo parece, ¿sabes?
Me refiero a que desde fuera hasta pareces ocupado. En movimiento. Como si todo fuera bien.
Pero por dentro… estás agotado de tener que inventártelo todo.
Agotado de pensar cada email.
Cada texto.
Cada oferta.
Cada paso.
Cada decisión que nadie ve, pero que tú sientes como una carga en la nuca desde que te levantas como una contractura mal llevada.
Y lo jodido es que no tienes con quién contrastar.
Ni alguien de confianza que te diga: “eh, esto sí. Esto no. Esto ahora. Esto ni lo toques.”
Solo tú, tu cabeza, y tu maldito portátil.
Te entiendo. Porque yo también me vi así.
Por eso, cuando monté Negocios Salvajemente Libres (que retiro de la venta mañana viernes a medianoche) **una de las cosas que tuve claras es que no te daría más “contenidos”. Ya tienes demasiados.
Te daría estructura.
Pero también compañía.
Aunque fuera digital. Aunque fuera desde un sistema.
Y ahí entra una de las cosas más salvajes (y útiles) que he montado dentro de NSL… (y que más ha gustado a los 480 alumnos que hay dentro):
Un GPT entrenado por mí.
No es ChatGPT, ojo. No es un chatbot genérico.
Es una herramienta que lleva mi enfoque, mi criterio, y mis respuestas para ayudarte a avanzar sin tener que esperarme.
Escribirte una página de ventas.
Sacar ideas de contenido.
Desbloquear un email.
Pensar ofertas.
Simplificar.
Todo.
Con dirección.
Pum. Lo tienes.
Y no, no hace magia.
Pero quita una cantidad de peso que flipas.
¿Lo mejor?
Te lo cuento cuándo te apuntas gratis ahí:
Solo eres libre cuándo puedes decidir. Y aquí verás cómo hacerlo.
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