¿Tú también lo ves?
Todo el mundo lanzando cosas.
Historias, posts, lanzamientos, productos, links por todas partes…
Y tú con la misma idea desde hace ocho meses.
Ocho.
O tal vez no ocho. Tal vez son tres.
Pero da igual.
Ya son demasiados.
Porque la idea está, ¿no?
No es que no la tengas.
La tienes. La has pensado. La has girado. La has masticado.
La has afinado. La has subrayado en libretas.
¿Pero?
No la lanzas.
Y no la lanzas no porque no sirva…
sino porque todavía estás esperando ese momento perfecto que no llega nunca.
Y mientras tanto…
otro lanza, otro prueba, otro cobra,
y tú sigues con el “ya lo haré bien”.
Pues te digo una cosa.
No hace falta lanzarla a lo grande.
Hace falta lanzarla a alguien.
A uno. A diez. A los que tengas.
Mira, si hoy escribes un email, o le mandas un audio de wasap a 10 personas diciendo:
“Estoy pensando lanzar esto, ¿te interesa?”
y una te responde “sí”, no es validación todavía.
Es conversación.
La validación real llega cuando alguien saca la tarjeta y te suelta su sucio dinero sin pestañear.
Ahí sí.
Ahí ya sabes que todo es posible.
Porque si uno te ha pagado, muchos otros pueden venir detrás.
Y así, amigo de la libertad, es como comienza cualquier negocio exitoso.
Con una primera venta.
Pero claro, para que eso pase, necesitas estructura. Y foco. Y dejar de hacerte trampas.
Y necesitas moverte ya.
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