El truco raro que uso para decidir en mi negocio.

Si algún día monto un club, lo voy a llamar así:

“Gente que montó su negocio para ser libre, y ahora no puede ni respirar”.

Porque, joder, qué de peña hay por ahí con negocios bonitos por fuera…

y agendas que dan miedo por dentro.

Ya sabes a qué me refiero.

A esos que un día dijeron “voy a emprender para tener libertad”, y ahora están atrapados en estructuras con 200 empleados.

Clientes a todas horas.

Marrones por resolver.

Reuniones infinitas.

Y lo peor: tragándose decisiones que ni quieren, solo por miedo a perder lo que ya han montado.

Mira, si hay algo que he aprendido desde que arranqué en el 17 es esto:

La única forma de no perderte en tu propio negocio, es usar la libertad como criterio único para decidirlo todo.

No los ingresos.

No el crecimiento.

No el “qué dirán”.

No los likes.

La libertad.

Porque un negocio que no te deja respirar, no es negocio.

Es otra puta cárcel.

Entonces, una cosa que me sirve para centrarme cuando me lío demasiado:

Cuando tengo que decidir algo (de producto, de clientes, de precios, de equipo, lo que sea) me hago una sola pregunta:

¿Esto me hace más libre… o me ata más?

Y si me ata, fuera.

A tomar por culo.

Aunque suene bien.

Aunque dé pasta.

Aunque todo el mundo diga que es lo que toca.

Fuera.

Porque si me ata, no va conmigo.

Y si no va conmigo, no va con mi negocio.

Es lo que hay.

Solo eres libre cuándo puedes decidir. Y aquí verás cómo hacerlo.

Apúntate ahora y recibe una idea diaria para montar un negocio libre y altamente rentable que financie la vida que has elegido.

(11.509 coaches, marketers, nutricionistas, consultores, terapeutas, asesores financieros y más emprendedores cojonudos (incluso quienes aún no han empezado) las aplican cada día).