No estás atascado porque no sepas qué hacer.
Estás atascado porque no sueltas lo que ya no eres.
Me refiero a:
- Un servicio que odias pero sigues ofreciendo.
- Un canal de Instagram que te da más pena que ventas.
- Una formación que montaste en 2019 y ya ni tú te crees.
Lo mismo pasa con algunas parejas.
Lo mismo pasa con algunas amistades.
Lo mismo pasa con tantas y tantas cosas en esta vida.
Y te dices que estás saturado.
No me jodas, lo que estás es empachado de ruido viejo.
Y lo sabes, que diría aquél.
Sabes perfectamente lo que deberías cortar.
Pero sigues agarrado a ello como un perro viejo a su manta podrida.
Porque te “da cosa”,
porque “cómo voy a dejarlo ahora”,
porque “bueno, si total no me quita tanto tiempo…”
Mentira.
Te quita justo lo que necesitas:
energía,
claridad,
y cojones para tomar decisiones nuevas.
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