“Esto sí, esto no.”

Hoy solo te voy a contar una escena real, de esas que pasan cada semana.

(Y que lo mismo te suena más de lo que crees).

Me escribe alguien:

““Jordi, tengo tres ideas en la cabeza. Ninguna me convence. ¿Cuál ves más clara?”

Y entonces lo veo: el bloqueo no es por falta de ideas.

Es por no tener con quién pensarlas.

Y a veces, con un par de frases, todo encaja.

— “Mira, esta tiene potencial.”

— “Esta es puro humo disfrazado de oportunidad.”

— “Y esta… es miedo con camiseta de estrategia.”

Y ya está.

No hace falta más.

No hace falta un curso entero.

Ni 23 pasos en Asana.

Ni ver 17 vídeos en YouTube para “inspirarte”.

Solo necesitas eso:

Un “esto sí, esto no.”

Y esa frase, si te llega en el momento adecuado, te puede cambiar el año.

No digo el día.

Digo el año.

Ojo, no porque quien te la diga tenga la verdad absoluta, nada de eso.

Sino porque pensar solo tiene un límite.

Y cuando llegas ahí… todo se convierte en ruido.

Tus ideas te parecen geniales por la mañana y una mierda por la tarde.

Tu estrategia cambia según el día.

Y tu motivación depende de cuántos likes tuviste ayer.

Por eso insisto tanto últimamente en que no es que estés estancado.

Es que estás solo.

Lo repito mucho, pero es que es así.

Y pensar solo, decidir solo, corregirte solo… es lo que te está costando más caro.

Por eso te escribo hoy.

Porque hay otra una frase que repito mucho últimamente:

“No necesitas que te den más contenido. Necesitas que alguien piense contigo.”

Y justo por eso estoy montando lo que estoy montando.

(Si eres alumno de NSL, ya sabes de qué hablo. Y sabes que para ti lo bueno empieza el lunes).

Pero si no lo eres…

Si no lo eres, te digo esto:

Si llevas semanas sintiendo que podrías avanzar más, pero no lo haces…

quizás no es un problema de ideas.

Ni de motivación.

Ni de productividad.

Quizás solo te falta eso:

Alguien al otro lado que te diga: “esto sí, esto no.”

¿Cómo tener eso?

Pues apuntándote gratis ahí: