Hay una cosa que me flipa.
Y es la cantidad de gente que se lo está pensando.
Pero ¿qué te estás pensando?
¿Pensando qué?
¿Si montar un sistema para dejar de ser esclavo de tu negocio?
¿Si dejar de depender de clientes caprichosos, de algoritmos que van como les da la gana, de redes sociales que odias con toda tu alma?
¿Eso te lo tienes que pensar?
Mira, te digo lo que pasa.
Que pensar parece gratis, pero no lo es.
¿Sabes la cantidad de tiempo, de foco y de energía que se te va en pensar y no hacer?
Y te digo más:
¿Te has parado a pensar la cantidad de ventas que estás perdiendo?
¿Y de dinero contante y sonante en tu cuenta? ¿Y de todo lo que podrías hacer con él?
¿Y de cómo podrías cuidar a tu familia con eso?
Pensar te cuesta vida. Literal.
Porque mientras tú le das vueltas, hay gente que ya está montando su sistema.
Gente que ya está automatizando su captación.
Que ya no necesita subir stories, ni grabar reels, ni ir a eventos a hablar con gente que no te interesa para impresionar a gente a la que le das igual.
Gente que recibe notificaciones de Stripe mientras está en la piscina con los críos.
A esa gente me refiero.
Y de esa libertad hablo en mi negocio.
No a la libertad de “ya somos 150 en el equipo”.
Ni a la de “ya sabes, para los emprendedores trabajar media jornada es lo normal, 12h, jajaj”.
La otra libertad.
La de verdad.
La que no se graba. La que se vive.
Bien.
Esto no va de motivación.
Va de decisión.
Y hoy puedes decidir montar algo que se funcione sin que tengas que estar todo el día pegado al puto móvil.
Aunque tengas cero seguidores.
Aunque no sepas hacer anuncios.
Aunque no quieras grabarte jamás en vídeo.
¿Cómo?
Eso te lo explico en mi newsletter.
Te apuntas ahí:
Solo eres libre cuándo puedes decidir. Y aquí verás cómo hacerlo.
Apúntate ahora y recibe una idea diaria para montar un negocio libre y altamente rentable que financie la vida que has elegido.