Hoy es mi santo.
Entonces, ¿qué podría hacer hoy con Negocios Salvajemente Libres para celebrarlo si fuera uno de marketing que no sabe de marketing y hace una reunión con otros de marketing que no saben de marketing?
Veamos…
¿Rebajarlo 23€?
¿Regalárselo a 23 personas?
¿Incluir 23 bonus de incalculable valor?
No, lo que haré será cerrar el acceso durante una buena temporada.
Este mismo viernes, pasado mañana, a las 23:59h, fin.
Lo que significa que, aunque quieras, no podrás entrar.
—¿Y si te pago un millón de euros?
No.
—¿Y si te mando una foto desnude?
Tampoco.
—¿Y si me caso contigo?
Habla con mi mujer a ver, haber, aver que le parece.
Vale.
Entonces no firmo libros hoy.
Firmo el cierre.
Y no porque me haya vuelto loco, sino porque se viene algo grande.
Y para abrir una puerta, primero hay que cerrar otra.
Ahora bien, no quiero que entres a NSL solo por eso.
Porque si entras, quiero que lo hagas con intención.
No por miedo, ni por FOMO sabiendo que luego no podrás, aunque sea verdad.
Sino porque sabes que este es tu momento de ordenarlo todo.
Porque estás en ese punto en el que te dices: “Vale, lo he intentado a mi manera. Ahora necesito estructura.”
Y justo de eso va todo esto.
De dejar de improvisar.
De dejar de picotear información que no te cambia nada y solo te satura el cerebro.
De dejar de pensar que te falta aprender más, cuando lo que te falta es un sistema simple para aplicar lo que ya sabes.
Y no, no necesitas más estrategias de marketing en 7.777 pasos.
Necesitas un modelo claro, vendible, que puedas sostener sin dejarte los cojones y sin convertirte en un gurú de LinkedIn.
O sea, me refiero a un sistema que te diga:
— Esto sí.
— Esto no.
— Esto ahora.
— Esto nunca más.
Eso es lo que te doy en Negocios Salvajemente Libres.
En cualquier caso, esa información está disponible solo para los miles de mi lista de correo.
Si te interesa verla, haz lo que toca ahora:
Solo eres libre cuándo puedes decidir. Y aquí verás cómo hacerlo.
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