Te voy a contar una cosa que me pasó el otro día con un alumno de la Mentoría.
Estábamos hablando en acompañamiento y me dice:
—Jordi, tengo cinco ideas de negocio. Todas me gustan. Todas podrían funcionar. No sé cuál elegir.
Y lo vi claro.
Ese no era un tipo sin ideas.
Era un tipo sin dirección.
Y ojo, no lo juzgo.
Pero las ideas, por si solas, no valen nada.
Y te digo más, tener muchas ideas es una mierda*.*
Porque si no eliges una, se convierte en la excusa perfecta para no lanzar nunca.
Porque claro… “hasta que no lo tenga claro…”
Y así pasan las semanas. Los meses. Los años.
Y tu negocio, ese que te puede dar pasta, propósito y libertad… ni arranca.
Así que le hice una pregunta, a mi alumno te la Mentoría,digo.
Es esta misma pregunta que te hago hoy a ti:
Si solo pudieras lanzar una cosa este mes… ¿cuál sería?
La que más fácil te resulta.
La que más impacto tiene.
La que más te apetece probar.
Esa.
Esa es la que tienes que lanzar.
No dentro de seis meses. Ahora.
Ahora, joder. Ahora.
Y si te cuesta decidir, haz un ranking de tus ideas según tres variables:
- Facilidad para entregarla (energía, tiempo, recursos).
- Claridad del problema que resuelve.
- Ganas que tienes de ponerla en marcha.
Suma los tres puntos.
La que más puntuación tenga… es tu prototipo.
Sácala esta semana.
No es definitivo.
No es perfecto.
Ni mucho menos es para toda la vida.
Es para lanzar ya y ver qué pasa.
Bueno, ya está bien de calentar ideas sin mojarse.
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