“Si no estás en redes, no existes”, dicen por ahí.
Y no les culpo. Todos somos ignorantes en montones de cosas.
Quiero decir, si eres youtuber, tiktoker, onlyfaner o niñopoller, pues mira, te lo compro.
Pero ni tú ni yo hemos venido aquí a entretener a la masa aborregada ahí afuera.
Hemos venido a construir un negocio libre, que financie la vida que hemos elegido.
Uno que venda lo que sabes, lo que ya dominas. Eso que podrías explicar con los ojos cerrados.
Y créeme que eso puede hacerse sin tener que convertirte en una parodia con DNI.
Sin hacer reels bailando, sin subir cada desayuno con una frase motivacional y sin fingir que tu vida es perfecta antes millones de personas a las que se la suda tu vida fingida.
¿Problema?
Que mucha gente de mi newsletter (más, bastantes más de 11.000 personas) tiene un conocimiento brutal.
Años de experiencia, procesos, habilidades, herramientas, vivencias, experiencias…
Y sin embargo, no vende.
O vende menos de lo que le gustaría
¿Por qué pasa eso?
Pues porque nadie nace sabiendo.
Y saber empaquetar lo que sabes en una oferta clara, deseable y vendible… esa es la puta diferencia entre un negocio que respira y uno que asfixia.
Entre ser un emprendedor que hace malabares para llegar a fin de mes y otro que puede llevarse a su familia de escapada mirando los precios solo por encima.
¿Mi consejo sesgado del día para lograrlo?
Primero, no te compares con el niñato de turno que lleva dos meses en esto y ya está vendiendo… humo.
Mientras tú, que sabes de verdad, no acabas de arrancar.
Eso te deja mal cuerpo. Te sientes invisible. Y lo peor: empiezas a pensar que el problema eres tú.
Pero ya te digo yo que no.
El problema no es lo que sabes:
El problema es cómo lo estás presentando.
Por eso afirmo tajantemente que:
Puedes vivir de lo que sabes sin hacer el payaso en redes.
De hecho, la mayoría de las más de 11.000 personas que están dentro de la lista, lo hacen así.
Es gente como tú, que no quiere ser influencer ni tontopoller.
Es gente cojonuda, que quiere facturar desde su experiencia, no desde la excentricidad.
Por eso, mi segunda recomendación del día es que te apuntes a mi newsletter.
Te enseño cómo pillar eso que llevas años sabiendo y convertirlo en una oferta vendible, tangible y deseable.
Una oferta simple para que tu cliente ideal vea y diga: “joder, quiero esto, lo necesito ya.”
Y todo eso sin posturear.
Porque cuando sabes empaquetar lo que sabes con criterio, no hace falta hacer el mono para llamar la atención.
Los demás, oye, que sigan haciendo el canelo.
Tú, no.
Te bastan las palabras adecuadas, el enfoque correcto, y una propuesta que encaje.
Y cuando lo tienes, facturar desde tu experiencia no es que sea posible.
Es que es inevitable.
Bueno, eso es lo que te explico en mi newsletter.
Te lo enseño fácil para que vivas de lo que sabes.
Sin vender tu alma, sin ponerte una careta y sin que te sangren los ojos mirando métricas de Instagram.
Y eso, créeme, da paz:
Te apuntas ahí:
Solo eres libre cuándo puedes decidir. Y aquí verás cómo hacerlo.
Apúntate ahora y recibe una idea diaria para montar un negocio libre y altamente rentable que financie la vida que has elegido.